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Al pie del Tamarindo – Desiciones

Jamás he comprendido porqué nuestra ciudad perdió la tradición e celebrar sus cumpleaños; he buscado en los archivos y preguntado a los más viejos: -!nadie sabe!-

Y un día cuando las campanas del Carmen tocaron a rebato anunciando el inicio de los festejos por el 300 Aniversario de la fundación; cuando vi los vecinos inundando las calles y los portales repletos de estanquillos; y a los niños correr ante “el Niño de la Bota”: entonces comprendí la magnitud del tradicidio[1]Juego de palabras que combina las palabras Tradición y Homicidio para referirse al hecho de “dar muerte” a las tradiciones. felizmente superado. Los hombres no deberían perder nunca la memoria de sus pueblos.

§ I

Si Ud. se encuentra de visita en nuestra ya tricentenaria villa que hoy conocemos por Santa Clara, mucho le recomendamos que no deje de visitar un parque denominado del Carmen, ya que él mismo es parte integrante de nuestra pequeña historia local.

Allí en el Parque del Carmen encontrará una iglesia que en tiempos de la, colonia en determinados momentos, fue cárcel para patriotas villaclareñas tal como lo recuerda una tarja de bronce que está frente de la misma. Existe, ademas un monumento de mármol en forma de espiral ascendente que tiene 17 columnas con los nombres de aquellos que según una vieja tradición fueron los fundadores de la villa y al lado podrá contemplar un tamarindo que forma parte de nuestra historia.

Según una vieja tradición que recoge el historiador Manuel D. Gonzáles en su obra publicada el pasado siglo, allá por el año 1689, 17 familias de la villa de San Juan de los Remedios, ubicada en la costa norte de la actual provincia de Villa Clara, aterrorizados por los frecuentes asaltos y desmanes de corsarios y piratas que en más de una ocasión había saqueado la población, decidieron trasladarla a un lugar mas protegido en el interior del país, lo que realizaron el 15 de Julio de 1689, estableciéndose en el cuartón Orejanos de la hacienda Ciego de Santa Clara. Después de haber oído misa al pie de un frondoso tamarindo que se encontraba en lo alto de una pequeña loma, comenzaron a levantar las primeras edificaciones.

Esto hasta aquí es lo fundamental de la famosa y antigua tradición sobre la fundación de Santa Clara, la que después de amplias y profundas investigaciones realizadas por la historiadora remediana, recientemente fallecida[2]En el tiempo en que este trabajo fue impreso, 1993., Natalia Raola Ramos ha quedado desvirtuada y ha quedado simplemente en eso, en una añeja tradición o leyenda entre las muchas que tiene la ciudad.

§II

Es necesario partir para llegar a conocer la verdad histórica, de un suceso que tuvo lugar el 29 de julio de 1646, o sea 43 años antes de la fecha de la fundación, cuando el Cabildo de Sancti Spíritus que por entonces tenía jurisdicción sobre grandes extensiones de tierra en la región central de la Isla, otorgó una hacienda que llevaba por nombre CIEGO DE SANTA CLARA a un vecino de Remedios llamado Antonio Díaz y de Pavia, casado con la también Remediana Graciana Tamayo Reinoso los que de inmediato pasaron a vivir en la misma. Allí procrearon una extensa familia que tenía como principal actividad económica un activo comercio de rescate (contrabando) con los llamados bucaneros (individuos que merodeaban por las costas burlando el monopolio comercial que España había impuesto a sus colonias).

Con el decursar de los años el núcleo familiar encabezado por Antonio Días llegó a quedar integrado por 138 personas a las que en su conjunto Natalia Raola denomina LA GRAN FAMILIA por considerarlos a todos como una sola.

Graves problemas enfrentaba Remedios que solamente tenía por entonces unos 600 vecinos, el eje del asunto era los criterios que existían acerca del traslado de la población hacia otro lugar o el de dejarla en su lugar de origen.

Tres eran los criterios que se debatían entre los remedianos; un grupo estaba conforme con lo que solicitaba el sacerdote José Gonzáles de la Cruz, quien impulsaba el traslado hacia una hacienda suya llamada El Copey; otros eran partidarios del también sacerdote Cristóbal Bejerano Valdés quien era defensor de que el traslado se hiciera hacia una propiedad suya, la hacienda llamada Santa Fé; un grupo de terratenientes remedianos encabezados por Jacinto de Rojas, Bartolomé del Castillo y Juan Jiménez se oponían a todo movimiento del poblado por tener sus intereses económicos cerca del núcleo urbano y el mismo sería perjudicial para ellos.

A los extremos que se llegó en este candente debate sobre el posible traslado de Remedios, lo relata de modo extenso e interesante el investigador Dr. Fernando Ortiz en su obra de gran valor histórico y folclórico titulada: Una pelea cubana contra los demonios que incluso fue llevada al cine hace pocos años. Según afirma el Dr. Fernando Ortiz el sacerdote José Gonzáles de la Cruz predicaba en sus sermones que toda la villa se encontraba en poder de los demonios, llegando hasta hacer un censo de los mismos que le arrojó un total de 800 000 demonios de toda índole quienes tenían el propósito de destruir Remedios y sus habitantes. Usando estas supuestas amenazas diabólicas, el cura incitaba a los vecinos a que sin mayor demora se trasladasen para su hacienda. Claro está que tanto Gonzáles de la Cruz como Bejerano lo que perseguían era obtener un beneficio personal con el movimiento de Remedios hacia sus respectivos predios, pues los solares serían vendidos a aquellos que edificasen sus moradas allí, al tiempo que tendrían fuerza de trabajo abundante para la explotación de sus fincas.

En este debate los intereses económicos de la llamada Gran Familia jugaban un papel preponderante por la urgente necesidad que ellos tenían de poseer un punto fijo para sus actividades comerciales lícitas e ilícitas y fue su opinión la que llegó a ser decisiva.


Luis A. García Gonzáles

Dr. Luis A. García Gonzáles. Nació en Santa Clara el 18 de enero de 1917. Es graduado de Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana. Ha sido profesor de las Universidades de Oriente y de la Central de Las Villas. También del Pre-Universitario "Osvaldo Herrera" de Santa Clara.

Galardonado en 5 ocasiones en el Concurso de Historia 1ro. de Enero.

Tiene editadas por la Editora Política las biografías de Orestes de la Torre Morgado y de Juan Alberto Días Gonzales. Ha publicado artículos en Granma[3]Periódico oficial del Gobierno cubano de alcance nacional, Bastión, Vanguardia y en las revistas Transporte, Mar y Pesca, Cubanacán y el Boletín 8/16 de Cine Club Cubanacán[4]Revistas y periódicos de alcance local y nacional. Cinco guiones suyos ha merecido premios en los Festivales del Cine Club Cubanacán.[5]Festival de Cine aficionado que tiene lugar en el centro de la Isla anualmente.

Edición: Angel Cristóbal García
Fuente: 
Colección Escambray, Santa Clara, 1993. Impreso en Cuba por PUBLICIGRAF
http://www.vanguardia.cu/villa-clara/14749-santa-clara-la-mia
Foto: Carlos Rodríguez Torres

Ref.

Ref.
1 Juego de palabras que combina las palabras Tradición y Homicidio para referirse al hecho de “dar muerte” a las tradiciones.
2 En el tiempo en que este trabajo fue impreso, 1993.
3 Periódico oficial del Gobierno cubano de alcance nacional
4 Revistas y periódicos de alcance local y nacional
5 Festival de Cine aficionado que tiene lugar en el centro de la Isla anualmente.

El Profeta habla de los cubanos

Desde una roca en el puerto, El Profeta contemplaba la blanca vela de la nave que a su tierra había de llevarlo. Una mezcla de tristeza y alegría inundaba su alma. Por nueve años sus sabias y amorosas palabras se habían derramado sobre la población. Su amor lo ataba a esa gente. Pero el deber lo llamaba a su patria. había llegado la hora de partir. Atenuaba su melancolía pensando que sus perdurables consejos llenarían el vació de su ausencia.

    Entonces un político de Elmira se le acercó y le dijo: Maestro, háblanos de los cubanos.

    El Profeta recogió en un puño su alba túnica y dijo:

    Los cubanos están entre vosotros, pero no son de vosotros. No intentéis conocerlos porque su alma vive en el mundo impenetrable del dualismo. Los cubanos beben de una misma copa la alegría y la amargura. Hacen música de su llanto y se ríen con su música. Los cubanos toman en serio los chistes y hacen de todo lo serio un chiste. Y ellos mismos no se conocen.

    Nunca subestiméis a los cubanos. El brazo derecho de San Pedro es cubano, y el mejor consejero del Diablo es también cubano. Cuba no ha dado ni un santo ni un hereje. Pero los cubanos santifican entre los heréticos y heretizan entre los santos. Su espíritu es universal e irreverente. Los cubanos creen simultáneamente en el Dios de los católicos, en Changó, en la charada y en los horóscopos. Tratan a los dioses de tú y se burlan de los ritos religiosos. Dicen que no creen en nadie, y creen en todo. Y ni renuncian a sus ilusiones, ni aprenden de las desilusiones.

    No discutáis con ellos jamás. Los cubanos nacen con sabiduría inmanente. No necesitan leer, todo lo saben. No necesitan viajar, todo lo han visto. Los cubanos son el pueblo elegido … de ellos mismos. Y se pasean entre los demás pueblos como el espíritu se pasea sobre las aguas.

    Los cubanos se caracterizan individualmente por su simpatía e inteligencia, y en grupo por su gritería y apasionamiento. Cada uno de ellos lleva la chispa del genio, y los genios no se llevan bien entre sí. De ahí que reunir a los cubanos es fácil, unirlos imposible. Un cubano es capaz de lograr todo en este mundo menos el aplauso de otro cubano.

    No les habléis de lógica. La lógica implica razonamiento y mesura, y los cubanos son hiperbólicos y desmesurados. Si os invitan a un restaurante, os invitan a comer no al mejor restaurante del pueblo, sino “al mejor restaurante del mundo”. Cuando discuten, no dicen “no estoy de acuerdo con usted”, dicen “usted está completa y totalmente equivocado”.

    “Tienen una tendencia antropofágica. “Se la comió”, es una expresión de admiración, “comerse un cable”, señal de situación crítica y llamarle a alguien “comedor de excrementos”, es su más usual y lacerante insulto. Tienen voluntad piromaniaca, “ser la candela” es ser cumbre. Y aman tanto la contradicción que llaman a las mujeres hermosas “monstruos” y a los eruditos “bárbaros”; y cuando se les pide un favor no dicen “si” o “no”, sino que dicen “sí, como que no”.

    “Los cubanos intuyen las soluciones aún antes de conocer los problemas. De ahí que para ellos “nunca hay problema”. Y se sienten tan grandes que a todo el mundo le dicen “chico”. Pero ellos no se achican ante nadie. Si se les lleva al estudio de un famoso pintor, se limitan a comentar “a mí nunca me dio por pintar”. Y van a los médicos, no a preguntarles, sino a decirles lo que tienen.”

    “Usan los diminutivos con ternura, pero también con voluntad de reducir al prójimo. Piden “un favorcito”, ofrecen “una tacita de café”, visitan “por un ratico”, y de los postres solo aceptan “un pedacitico”. Pero también a quien se compra una mansión le celebran “la casita” que adquirió, o “el carrito” que tiene a quien se compró un coche de lujo.”

    “Cuando visité su isla me admiraba su sabiduría instantánea y colectiva. Cualquier cubano se consideraba capaz de liquidar al comunismo o al capitalismo, enderezar a la América Latina, erradicar el hambre en África y enseñar a los Estados Unidos a ser potencia mundial. Y se asombran de que las demás gentes no comprendan cuan sencillas y evidentes son sus fórmulas. Así, viven entre ustedes, y no acaban de entender porque ustedes no hablan como ellos.”

    Había llegado la nave al muelle. Alrededor del Profeta se arremolinaba la multitud transida de dolor. El Profeta tornose hacia ella como queriendo hablar, pero la emoción le ahogaba la voz. Hubo un largo minuto de conmovido silencio. Entonces se oyó la imprecación del timonel de la nave: “Decídase, mi hermano, dése un sabanaso y súbase ya, que ando con el schedul retrasao.”

    El Profeta se volvió hacia la multitud, hizo un gesto de resignación y lentamente abordó la cubierta. Acto seguido, el timonel cubano puso proa al horizonte.


Luis Enrique Aguilar León

J.D., Doctor en Filosofía (1926 en Manzanillo, Cuba - 5 de enero de 2008 en Key Biscayne, Florida, Estados Unidos) fue un periodista, profesor e historiador cubano.

Fuente:
http://www.latinamericanstudies.org/cuba/profeta.htm
https://www.wikiwand.com/en/Luis_E._Aguilar_Leon
https://www.wikiwand.com/es/Julián_Marías[1]Al filósofo español se le atribuye un texto más amplio y muy similar a este que se muestra aquí sobre el pueblo Argentino. Leyendo un poco más sobre ambos autores podemos confirmar que fueron … Continue reading

Ref.

Ref.
1 Al filósofo español se le atribuye un texto más amplio y muy similar a este que se muestra aquí sobre el pueblo Argentino. Leyendo un poco más sobre ambos autores podemos confirmar que fueron contemporáneos, siendo Julían Marías el mayor de ambos, ambos también obtuvieron títulos en la actual Universidad Complutense de Madrid, pues no sería de extrañar que Luis Enrique Aguilar se viera influenciado por la obra de Julían Marías o viceversa. Lo cierto es que este texto, adaptado o no, es una ilustración humorística muy agradable de leer y muchas veces acertada del carácter de La mayor de las Antillas